Embarazo

El parto en agua


Cada vez más mamás escogen esta técnica de parto por su sencillez y porque es una forma de volver a lo natural, evitando la anestesia o medicamentos. Además porque para el bebé es una forma más relajada de venir al mundo. Permite su transición del líquido amniótico, en el que estuvo durante nueve meses, a otro medio acuoso.

Te compartimos algunas de las ventajas que puede tener:

• El agua caliente sirve para tener más libertad de movimientos ya que relaja tus músculos del piso pélvico.
• Reduce la producción de adrenalina, favoreciendo a la dilatación, sin dolores.
• Además contrarresta la fuerza de gravedad y disminuye la estimulación sensorial, aumentando la producción de endorfinas, lo que calma las molestias y hace olvidar el paso del tiempo.
• Tendrás comodidad por la postura vertical en la bañera o piscina, es la posición más natural para tener un bebé porque ayuda y facilita la expulsión.
• Tu bebé recibirá todas las sensaciones de su nuevo mundo poco a poco.

Este parto se puede llevar a cabo en el hospital, centro de maternidad o en tu casa. Se requiere de una piscina o una tina que contenga agua aproximadamente en una temperatura de 37 grados centígrados.

Aunque sea un método sencillo, el parto acuático, es recomendado para casos de bajo riesgo. Por esta razón, los especialistas afirman que de hacerlo en casa, necesitará siempre de la supervisión de un especialista.

Recuerda que tienes que consultar con tu médico para saber si puedes ser candidata a este tipo de parto, considera estas características:

• Tienes que llegar al término de tu embarazo, es decir, al menos debes tener 39 semanas de gestación.
• La posición de tu bebé tiene que ser correcta para nacer: no debe estar con los pies hacia abajo o de manera transversal, sino con la cabeza hacia abajo.
• No debes padecer ningún tipo de infección vaginal.
• No debes presentar alteraciones en tu presión arterial.
• No debes presentar fiebre al momento del parto.
• Tu bebé debe estar sano: no debe presentar ningún tipo de anormalidad.

Para tener este tipo de parto lo mejor es tener una preparación especial a través de un curso psicoprofilácto. Este curso te enseñará a confiar en las habilidades de tu cuerpo para entender y participar activamente en el trabajo de parto: lo que va a pasar, lo que vas a sentir, técnicas para manejar la molestia y responder a él.

Si realmente te interesa este tipo de parto infórmate bien con tu ginecólogo y mira las posibilidades que tienes. Dar a luz será una experiencia que recordarás toda la vida, y el parto en agua seguro será una forma más liviana, mágica y menos estresante para tu bebé y para ti.
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