Amamantar a tu bebé puede ser una de tus preocupaciones principales. Y no es para menos, la inquietud por tener suficiente leche para alimentar a tu pequeño puede provocarte estrés.
Lo primero que debes saber es que la lactancia es un proceso natural que se da sin necesidad de estimulantes, es algo normal y ocurrirá para que tu bebé se alimente adecuadamente.
También se habla de algunos elementos naturales que pueden incrementar la producción de leche.
Hemos hecho una recopilación de lo que se aconseja tomar pero te recomendamos que primero consultes a tu ginecólogo antes de consumir o hacer cualquier tipo de dieta.
Albahaca y el hinojo: Utilizar el aceite esencial de albahaca e hinojo después de amamantar. Estas dos hierbas han sido utilizadas a través de los años para ayudar a las mujeres a aumentar su producción de leche materna.
Fenogreco o alhova: Sus semillas son ricas en fitoestrógenos, sustancias que aumentan naturalmente la producción de leche.
Sauzgatillo: Aumenta la producción de prolactina (hormona que regula la producción de leche).
Anís: Esta planta ejerce una doble acción, por un lado aumenta la cantidad de leche de la madre y por otra reduce los episodios de cólicos en los bebés.
Fenogreco: Ha sido utilizado tradicionalmente como uno de los mejores galactógenos. (Galactogoga es la sustancia que estimula la producción de leche en las glándulas mamarias de las mujeres que dan pecho).
Moringa: Además de relacionarse con la producción de leche materna, son ricas en proteínas, vitaminas A, B y C, y minerales. Las hojas de la moringa, contienen 7 veces la cantidad de vitamina C de una naranja, 4 veces la cantidad de vitamina A de una zanahoria, 4 veces la cantidad de calcio que la leche, 3 veces el potasio de los plátanos y dos veces la proteína de un yogurt. Lo que resulta saludable tanto para ti como para tu bebé (todo lo que la mamá consuma, pasa a través de la leche).
También tienes que considerar una alimentación saludable y balanceada, no deben faltar: frutas, verduras, cereales, lácteos y carnes. Puedes agregar semillas de girasol, cereales o frutas secas.
Existen otros consejos que pueden ayudarte a producir leche, por ejemplo: Estimular el pecho, alimentar al bebé a demanda, buscar la mejor posición para dar el pecho cuando el pequeño esté succionando, presionar el pecho con las manos para aumentar el flujo de leche.
No olvides que tienes que consultar a tu médico, no tomes ningún té sin antes preguntarle. Si realmente tienes problemas con la producción de leche, tienes que descartar cualquier enfermedad. También puedes consultar a una asesora en lactancia. Recuerda que amamantar a tu pequeño tiene que ser un momento mágico para tu bebé y para ti.